jueves, 24 de marzo de 2011
INFIERNO
miércoles, 9 de marzo de 2011
VIRGINIDAD DE MARÍA Y HERMANOS DE JESÚS
martes, 8 de marzo de 2011
El sacerdote debe convertirse a su propia identidad
Carta del cardenal Mauro Piacenza a los sacerdotes para Cuaresma
ROMA, martes 8 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- El sacerdote debe ser un “trozo de Evangelio viviente que todos puedan leer y acoger”, y para hacerlo debe experimentar hasta el fondo la experiencia de la conversión, de la “conversión a su propia identidad”.
Así lo afirma el cardenal Mauro Piacenza, prefecto de la Congregación para el Clero, en una carta dirigida a los sacerdotes de cara a la Cuaresma.
“¡Debemos convertirnos en aquello que somos!”, escribió el purpurado. “La identidad, recibida sacramentalmente y acogida por nuestra humanidad herida, nos pide la progresiva conformación de nuestro corazón, de nuestra mente, de nuestras actitudes, de todo cuanto somos a la imagen de Cristo Buen Pastor, que ha sido impresa sacramentalmente en nosotros”. Y “¡Es en la Eucaristía que el Sacerdote redescubre la propia identidad!”.
Según el cardenal, “un mundo descristianizado necesita de una nueva evangelización, pero una nueva evangelización exige Sacerdotes 'nuevos', pero no en el sentido del impulso superficial de una efímera moda pasajera, sino con un corazón profundamente renovado por cada Santa Misa”.
Importante sobre todo, “es la conversión del ruido al silencio, de la preocupación por el “hacer” al “estar” con Jesús”. Pero también la conversión a la comunión, que se realiza “redescubriendo lo que realmente significa: comunión con Dios y con la Iglesia, y, en ella, con los hermanos. La comunión eclesial se caracteriza fundamentalmente por la conciencia renovada y experimentada de vivir y anunciar la misma Doctrina, la misma Tradición, la misma historia de santidad y, por lo tanto, la misma Iglesia”.
“Estamos llamados a vivir la Cuaresma con un profundo sentido eclesial, redescubriendo la belleza de estar en una comunidad en éxodo, que incluye a todo el Orden sacerdotal y a toda nuestra gente, que mira a los propios Pastores como a un modelo de segura referencia y espera de ellos un renovado y luminoso testimonio”.
Nos debemos convertir también en “la participación cotidiana del Sacrificio de Cristo sobre la Cruz. Así como Él dijo y realizó perfectamente aquella sustitución vicaría, que ha hecho posible y eficaz nuestra Salvación, así cada sacerdote, alter Christus, es llamado, como los grandes santos, a vivir en primera persona el misterio de tal sustitución, al servicio de los hermanos, sobre todo en la fiel celebración del Sacramento de la Reconciliación, buscándolo para sí mismos y ofreciéndolo generosamente a los hermanos, juntamente con la dirección espiritual, y con la oferta cotidiana de la propia vida en reparación por los pecados del mundo”.
La Iglesia y el mundo, en definitiva, tienen necesidad de “sacerdotes serenamente penitentes delante del Santísimo Sacramento, que capaces de llevar la luz de la sabiduría evangélica y eclesial en las circunstancias contemporáneas, que parecen desafiar nuestra fe, se vuelvan en realidad auténticos profetas, capaces, a su vez, de lanzar al mundo el único desafío auténtico: el desafío del Evangelio, que llama a la conversión”.
“A veces -concluyó- la fatiga es verdaderamente grande y experimentamos ser pocos, con respecto a las necesidades de la Iglesia. Pero, si no nos convertimos, seremos cada vez menos, porque sólo un sacerdote renovado, convertido, “nuevo” se convierte en instrumento eficaz, a través del cual, el Espíritu llama a nuevos sacerdotes”.
lunes, 7 de marzo de 2011
CUARESMA, TIEMPO DE ORACIÓN, REFLEXIÓN Y CONVERSIÓN
viernes, 4 de marzo de 2011
¿Quién fundó tu Iglesia?
Si tú eres anglicano, tu iglesia la fundó Enrique VIII en 1534 porque el Papa no le concedió el divorcio para poder casarse con Ana Bolena.
Si tú eres presbiteriano, tu iglesia la fundó Juan Knox en Escocia en el año de 1560.
Si tú perteneces a la Iglesia Episcopaliana, esta es una rama de la iglesia de Inglaterra fundada por Samuel Seabury en las colonias de Estados Unidos en 1785.
Si tú perteneces al grupo de los Testigos de Jehová, Carlos Taze Russell inició esta iglesia en Pensilvania en 1879.
Si tú eres metodista, tu religión fue organizada por J & C Wesley en Inglaterra en 1739, cuando decidió separarse de los anglicanos.
Si tu eres mormón (Santos de los Ultimos Días), Jose Smith inició este grupo en Palmyra, N.Y. en 1830.
Si tú eres bautista,los orígenes de tu iglesia se remontan al año 1609 cuando a John Smith se le ocurrió fundar esta religión.
Si tú eres unitario, Teofilo Lindley fundó tu iglesia en Londres en 1774.
Si tú eres adventista del Séptimo día, este movimiento lo inició Guillermo Miller, un granjero americano bautista. La iglesia se organizó posteriormente hacia 1860.
Si tú perteneces al Ejército de Salvación, tu grupo lo comenzó Guillermo Booth en Londres en 1865.
Si tú te afilias con los de Ciencia Cristiana, tu religión se remonta a 1879 cuando María Baker Eddy decidió que necesitábamos una nueva religión.
Si tú perteneces a la Iglesia Pentecostal o Asambleas de Dios, estas iglesias cristianas comenzaron alrededor de 1914 en Hot Springs, Arkansas.
Si perteneces a cualquier otro grupo religioso del tipo "Evangélicos", "Iglesias de Dios", "Iglesia apostólica" o "Iglesia de Cristo", esos grupos se fundaron no hace más de cincuenta años.
Si tú eres Católico, tu Iglesia la fundó Jesucristo el día de Pentecostés en el año 33. Lee: Mateo 16,18-19 y Hechos 2.
Nosotros nos sentimos unidos a todos los que se honran con el nombre de cristianos. Lee: Catecismo de la Iglesia Católica = CIC 817 ss. Precisamente porque todos los cristianos queremos la unidad, debemos cuidarnos de los que nos cortan y dividen, "los sectarios". A estos, con la Biblia en la mano, puedes responder lo siguiente: ¡HAY UNA SOLA IGLESIA! La Iglesia Católica. Fuente: http://es.catholic.net/hispanoscatolicosenestadosunidos/588/2542/articulo.php?id=24400